lunes, 23 de mayo de 2011

Antes de relizar una planificaciòn se deberia tener claro lo siguiente.

Planificar en Educación.
                La planificación de los aprendizajes permite al docente analizar, diseñar e implementar acciones y actividades para lograr un resultado pedagógico deseado, ya que a través de este proceso, el maestro accede a organizar y prever el cómo, cuándo dónde, con qué y para qué aprender; por lo que se considera una herramienta que beneficia el proceso educativo y la labor docente.
La planificación Educativa:
                Es un proceso continuo y sistémico de construcción colectiva; en el cual participan y se involucran, todas las personas que interactúan y hacen vida en la escuela, tales como: los miembros de la Comunidad Educativa (directivos, docentes, estudiantes, administrativos, obreros, miembros del Consejo Comunal) para determinar los fines de la escuela y su concreción pedagógica, sobre la base del análisis de los documentos legales que orientan las políticas educativas. Todo ello, con el propósito de organizar, diseñar, implementar, direccionar, coordinar, evaluar y sistematizar acciones y actividades que permitan el desarrollo del proceso de aprendizaje garantizando la transformación y la apertura de la comunidad en el quehacer de la escuela al proyectar su acción social y pedagógica en el proceso de formación de ciudadanía.
                El éxito de la labor docente está vinculado a un conjunto de condiciones que se desprenden primeramente de las necesidades educativas de cada población y del hecho de asumir las innovaciones pedagógicas que el momento histórico plantea, la acción educativa se vincula con todos los sectores de la vida social, Ministerio de Educación (1998a). Esta interacción social permite visualizar al educando como una persona útil y a la escuela como un centro donde se pueden resolver problemas comunes, consolidar valores, vivir y convivir efectivamente para impulsar un proyecto educativo desde la realidad cultural del educando que redunde en bienestar para todo
                El educando es visto por el docente como ser social que puede aprender con alegría a través de una experiencia estimulante, y no como recipiente de conocimientos, podrá generar en el alumno un sentido de búsqueda, de ganas de aprender; y el educador modificará su actitud ante la vida constituyéndose en un promotor de cambios favorables para la comunidad donde labora y habita.
                Se establece entonces, la necesidad de un docente conocedor de la población y las dificultades de su entorno para poder atacarlas en sus planificaciones.
                Esto se realiza mediante el diagnósticos precisos y acertados; un maestro como lo exponen Díaz y Hernández (2001) reflexivo, constructivo, pensador, crítico, innovador, práctico, reconocido como organizador y mediador en el encuentro del alumno con el conocimiento, contextualizando la experiencia educativa, gestionando el aprendizaje significativo, promoviendo el uso de las experiencias continuas, propiciando la interacción y la participación guiada, brindando la ayuda ajustada y pertinente al nivel de competencias del alumno. Un docente que conjugue estos elementos en el diseño de planificaciones estratégicas y por proyecto que reflejen fielmente sus intenciones didácticas y guíe el ejercicio de su trabajo.
                A nivel educativo la planificación se ha constituido en un aspecto primordial del éxito o del fracaso tanto del alumno, como del maestro y por lo tanto del sistema. En este orden de ideas, el Estado orienta políticas educativas, que van desde una planificación macro a una micro, las cuales responden a sus intereses, determinando estrategias para garantizar su cumplimiento y requiriendo de una evaluación de las planificaciones que permita evidenciar que el proceso y los resultados se manejan en los términos esperados.
                A nivel educativo la planificación se ha constituido en un aspecto primordial del éxito o del fracaso tanto del alumno, como del maestro y por lo tanto del sistema. En este orden de ideas, el Estado orienta políticas educativas, que van desde una planificación macro a una micro, las cuales responden a sus intereses, determinando estrategias para garantizar su cumplimiento y requiriendo de una evaluación de las planificaciones que permita evidenciar que el proceso y los resultados se manejan en los términos esperados.
                Sin embargo, es tarea del docente dar cumplimiento a estos planes y ejecutar las políticas educativas del Estado, pero en muchos casos esto no ocurre en la realidad, pues es frecuente conseguir maestros que actúan pedagógicamente sin planificación previa, olvidando el propósito educativo, tal como lo expresa Lanz (1996) al referirse que en Venezuela
a pesar de intereses gubernamentales, la planificación educativa ha carecido de un seguimiento sistemático y efectivo que garantice la dinámica escolar, lo cual se refleja en el cumplimiento, cumplo y miento, para satisfacer requisitos administrativos aunque no se ajuste a la verdadera práctica pedagógica ni respondan a las necesidades e intereses de los alumnos o a un proceso autorreflexivo por parte del docente, quienes entonces han venido planteando planificaciones informales a modo de seguimiento de instructivos, manuales o normas, con interpretaciones subjetivas como un intento de comprender a los alumnos, el contenido y los ambientes, convirtiéndose en un experimento no sistematizado y poco vinculado con la administración escolar, en una tarea estéril y tediosa que lejos de facilitar la labor educativa la sobrecarga al no responder a la realidad y no beneficiar al alumno en su atención integral.
               


                                                                                                                                                

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